domingo, 16 de febrero de 2014

A veces

"A veces". Esa expresión que nos recuerda que un “siempre” no es eterno, que un “nunca” puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, y que un “quizás” solo significa “si”.



 “A veces” es esa expresión que utilizamos cuando estamos deprimidos, cuando estamos enamorados, o cuando estamos enfadados. A veces estamos de capa caída, y pensando por qué, nos damos cuenta de que tenemos demasiados agujeros de bala que no se pueden cerrar en nuestras almas, demasiadas palabras nunca dichas, demasiado silencio, demasiadas esperanzas. Ese “a veces” que se torna en un hasta nunca, en un adiós, en nostalgia.


 Viendo fotos del pasado pienso en la gente que habrá pisado la misma calle que yo, la gente que se habrá sentado en la misma silla, la gente que habrá pensado en el “a veces”. De todas formas esa frase es muy subjetiva, a veces salen las palabras y otras no. 



“Ahora sé que la guerra durará más que tú” según Leiva, y tu duraste varios años entre idas y venidas, entre subidas y bajadas, entre sonrisas y lágrimas. En todo ese tiempo a veces me preguntaba por el “¿y si…?”, ese “¿y si…?” que nunca llegó, que esperé y esperé hasta que me cansé. Hasta que me di cuenta de lo que era. Hasta que eso de vernos “a veces” solo era eso: vernos “ a veces”. Un juego que se te daba muy bien, no lo voy a negar. Pero el día que te  canses de jugar será tarde, el día que te canses de jugar yo no estaré, básicamente porque a veces ya no estoy. La gracia de todo esto es que vuelvo aunque no me llames, aunque no me lo pidas, aunque no sepas si estoy bien, mal o ya no estoy. Y vuelvo porque a veces pienso que te quiero mientras otras veces pienso que no. A veces pienso en ti y otras no. A veces pienso que no significaré nada para ti nunca porque si no he sido nada en todo este tiempo, no sé por qué lo tendría que ser cuando te des cuenta.


 Puede que te des cuenta o puede que sigas jugando toda tu vida. A mí eso ya me da igual. Yo solo sé lo que voy a hacer yo. Voy a marcharme, no sabrás de mí tan fácilmente, no estaré cuando tú me llames, no tendré nada que ver contigo.

 No me eches la culpa a mi si algún día te das cuenta, no me dejes a mí de mala, porque acuérdate de que fuiste tú el que decidió fumarse todo, el que dijo que esto no era lo que buscaba, el que siguió jugando hasta que se cansó. Puede que encuentres a alguien que te quiera más que yo, incluso puedes llegar a enamorarte tú, aunque a mí me dijeras que era muy difícil que tú te enamoraras. Incluso puede que cuando veas que ya no estoy, que esta vez me he ido de verdad, te duela un poco; que sientas algo en tu corazoncito, que la gente dice que es de piedra pero que yo sé que tienes. Puede entonces que un “a veces” se convierta en un “nunca”. 

"Las cosas más importantes son siempre las más difíciles de contar" -  Un invierno en la playa

1 comentario:

  1. excelente de principio a fin.. tienes a un lector ..
    "pienso en la gente que habrá pisado la misma calle que yo, la gente que se habrá sentado en la misma silla, la gente que habrá pensado en el “a veces”.
    justamente estaba pensando en eso.. "a veces"

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