Complicarnos, eso es lo
que más nos gusta. Vivimos por y para ello. Es ley de vida. ¿A quién no le
gusta complicarse la vida y después quejarse de lo complicada que se ha vuelto?
¿A quién no le gusta lo complicado? En el fondo somos masoquistas, somos como
guerreros a los que le gusta la guerra, somos como gomas a las que les encantan
que las estiren hasta el límite.
Y luego nos quejamos. Nos quejamos de las
heridas, de los bombardeos, de las batallas perdidas. Nos quejamos de las
miradas, de los roces, de las sonrisas. Somos así. Y nos gusta. Te gusta,
reconócelo.Queremos que los chicos nos lo pongan difícil, pero claro, si
tenemos que esforzarnos mucho, nos enfadamos y lloramos. Y a los chicos les
encanta que se lo pongamos difícil; pero cuanto más difícil, más se piensan que
no estamos interesadas. ¿Conclusión? Pues no lo sé. No llego a ninguna
coherente. Me faltan todas las respuestas para mis preguntas. Puede que sean
demasiadas. Puede que algún día las encontremos, o puede que no.
Mi pregunta es: ¿tanto nos
cuesta querer lo sencillo? Esta pregunta es fácil. Esta pregunta nos lleva a
gritos una clara respuesta: Sí. Nos cuesta. No es que nos cueste, es que no
queremos otra cosa. Porque, ¿quién no ha ido a una discoteca deseando con todas
sus fuerzas ver a una persona X y cuando le ve se enfada/llora/se deprime? ¿Quién
no ha ido a clase pensando en ver a ese X y en el momento de entrar por la
puerta siente que es retrasado? ¿Quién se entera de que X está en un bar
cualquiera, pongamos La Sureña, y no va corriendo a convencer a su séquito de
amigas para tomar unas cañas en ese mismo sitio ese día porque justo ese día
hay muy buen ambiente? ¿Quién no se encuentra a X por la calle un día
cualquiera y ni siquiera levanta la vista?
Que alguien me lo explique. Que alguien
me explique por qué nos empeñamos en hacernos la vida cada vez más complicada.
Yo creo que aún nos la complicamos más cuando ambos saben lo que sienten el uno
por el otro. Lo típico: chico conoce chica de vacaciones; chico se enamora de
chica pero no se lo dice, chica se enamora de chico pero no se lo cuenta; chica
y chico se ven todos los días, se miran todos los días, se “matan” todos los
días.
Pongamos que una amiga mía está en esa situación. Ella pensaría: claro,
si pasa de mi pero me mira pueden ser tres cosas: la primera de ellas que todas
las amigas descartamos por descontado cuando nos pide consejo: pasa de ti. La
segunda: está enamorado de ti pero es vergonzoso. La tercera: igual te lo está
poniendo tan difícil porque le encantas. ¿Cuál es la respuesta correcta? Premio
de un millón de euros a quien consiga responder.Creo que nadie tendrá nunca la
respuesta de por qué nos gusta complicarnos la vida, por qué nos gusta sufrir,
por qué nos fijamos en personas que no nos quieren (o sí) e ignoramos a quien
nos adora, por qué no damos una respuesta clara, simple y concisa. Nos gusta
hacernos los difíciles y que nos lo pongan difícil porque ahí es cuando alguien
demuestra que merece la pena. O eso creemos.
Mientras tanto seguiremos
disfrutando con lo complicado, porque nos hemos propuesto sufrir tanto que
queremos hacer posible lo imposible, porque nos gusta ser mártires de nuestros
sentimientos, porque nos gusta tener alguna preocupación en la vida. Como si ya
de por sí no hubiera pocas. Como si todo fuera fácil. Como si no hubiera cosas más
importantes. En fin, ya sabéis, cosas de la vida.
"Si vives cada día de tu vida como si fuera el último, algún día realmente tendrás razón" Steve Jobs